En el ámbito de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado 2018 (pulsa aquí), celebramos el 9º encuentro-convivencia de trabajadores autóctonos e inmigrantes.

[página creada el 6.1.18; actualizada el 21.1.18]

Manifiesto final

9º Encuentro-Convivencia entre trabajadores autóctonos e inmigrantes
IGLESIA, ¡INTEGRA A LOS INMIGRANTES!

Convocados por la Delegación Diocesana de Pastoral del Trabajo, iniciamos esta 9ª jornada con el lema de las primeras palabras del papa Francisco en su Mensaje para esta fecha: «El emigrante que reside entre vosotros será para vosotros como el indígena: lo amarás como a ti mismo, porque emigrantes fuisteis en Egipto. Yo soy el Señor vuestro Dios» (Lv 19,34).

De los cuatro verbos que ha escogido para desarrollar su Mensaje (“acoger, proteger, promover e integrar a los inmigrantes”) nosotros hemos seleccionado el de ACOGER.

La ACOGIDA no significa asemejarlos a la cultura española para que sean fotocopia nuestra. Más bien es descubrir su cultura autóctona para enriquecernos mutuamente creando una identidad nueva. ACOGER se conjuga muy bien con fraternizar para que cada uno refleje la riqueza de los dones que Dios nos ha dado. Como en una familia, todos los hermanos son diferentes pero forman un hogar donde cada uno aporta sus dones.

En este encuentro hemos escuchado los testimonios de inmigrantes y españoles con tres preguntas para medir el grado de acogida e integración. Si tratamos al diferente con poca consideración somos racistas. Si no les damos puestos de responsabilidad en nuestras instituciones los consideramos siervos nuestros. Si no llegamos a incluir al inmigrante como amigo, hacemos un gueto.

Con ellos hemos dado gracias a Dios porque se han sentido acogidos, acompañados y queridos, especialmente en los momentos difíciles. Pero también han vivido situaciones en las que se ha puesto de manifiesto que los prejuicios y la discriminación siguen estando presentes. Y nos hemos alegrado por la existencia de iniciativas que, desde la acogida, buscan promover e integrar en nuestra sociedad a los hermanos y hermanas inmigrantes.

Hemos compartido la importancia de sentirse acogidos, tanto por las personas como por las instituciones, para que todos nos sintamos parte de una gran familia en la que la amistad, el amor y el respeto a la dignidad de las personas esté por encima de las diferencias de origen, culturales o de religión.

Por ello nos comprometemos a:

• Favorecer, en cualquier caso, la cultura del encuentro, multiplicando las oportunidades de intercambio cultural.
• Incrementar la concesión de visados por motivos humanitariosy por reunificación familiar.
• Evitar las expulsiones masivas indiscriminadas y contribuir a cerrar los CIES.
• Desarrollar procesos integradores en la Iglesia para que se sientan actores del Pueblo de Dios en marcha.
• Descubrir a Cristo en nuestros hermanos emigrantes como hijos queridos por Dios.

Madrid, 14 de enero de 2018.