Nuestro obispo ha visitado este martes, 27 de diciembre, a los internos del centro penitenciario de Soto del Real, con los que ha compartido la Eucaristía.
Le han acompañado el vicario de Pastoral Social e Innovación, José Luis Segovia; el vicario de la Vicaría VII, el padre Ángel Camino; la delegada de Pastoral Penitenciaria, María Yela, y los capellanes. También ha estado en el módulo de enfermería, en el que se aloja a internos de difícil comportamiento. Los internos le habían escrito una carta entrañable y le han cantado una canción compuesta por ellos.
«Hoy, como el día en que nació el Señor, Dios se fija en los pastores, en los que viven en la intemperie, en los que están más alejados del pueblo…», ha dicho el cardenal haciendo un símil con los presos. «Pero en realidad, todos somos pastores. Dios viene para todos, para los pecadores, para todos». Asimismo, el arzobispo ha pedido que «no nos quedemos esta esperanza para nosotros, sino que la transmitamos a los demás. Demos la vida por los otros, hasta la cruz si hace falta, siempre con amor, siempre dispuestos, aunque nos cueste. Estamos llamados a vivir por el amor, y la Eucaristía nos dará la fuerza para vivir así».