4 comentarios

  1. Las misiones son otra cosa, lo del mundo del trabajo muy desdibujado y nada claro. San Jose no fue obrero fue «autonomo» trabajador por cuenta propia, habrá que pensarse eso de que Dios eligiese para «padre» de su hijo a un autonomo.
    Pero las misiones son otra cosa son territorios donde no esta plenamente establecida la Iglesia. Asi que lo de hacer no se que por los trabajadores no concuerda esactamente con ser misionero en el sentido especifico del termino misionero. Hay que ser un poco generoso y pensar en lo de fuera en los territorios de mision y dedicarles unos pocos recursos.

    1. Gracias por su comentario, Jesús. Con todo, quizá no ha leído bien el punto de partida de este Año Diocesano Misionero. No se ciñe solo a la misión en otros paises, sino -lea- a «preguntarnos por sutuaciones que nos empujan hoy a la Iglesia a salir para llevar el Evangelio a nuevos lugares, ámbitos, realidades y personas». Desde ahí, ¿no cree que el mundo del trabajo es uno de esos lugares, ámbitos, realidades, y personas?

  2. Oraciones, conciertos, tertulias… No digo que esté mal. Pero tal como está el mundo laboral esperaría algo más comprometido, más activista. Y, además, más pegado al día a día, a lo que va pasando a cada momento social y políticamente. He ido a dos eventos de pastoral del trabajo el curso pasado. A lo mejor fue sólo en esos dos, pero la gran mayoría de los asistentes eran jubilad@s, curas, y monjas. Hay más actividad en el mundo del trabajo en colectivos sociales no confesionales. Es mi opinión.

    1. Gracias por tu reflexión, Irene. Los responsables de Pastoral del trabajo tomarán buena nota.

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