Retos y respuestas pastorales a las migraciones

[Entrada publicada el 02.5.19; actualizada el 15.5.19]

JOSÉ BELTRÁN, en Vida Nueva.- “Cuando algunas señoras me ven cerca, agarran fuerte el bolso. A veces, me entran ganas de decirles: ‘Soy pobre, pero mi corazón es más rico que el suyo’”. Sin embargo, Sadio calla ante el desprecio.

Una anécdota que apenas genera herida en un joven que ha logrado sobrevivir al Atlántico. Nueve días en una patera junto con otras 99 personas. La penúltima travesía para llegar a Europa desde Guinea Conakry. Solo querían alcanzar la costa de Tenerife. Pero la barcaza se averió y el capitán les instó a decidir quién se sacrificaba tirándose al mar, para intentar ponerla en marcha con la mitad de la tripulación. “Cada uno que se lanzaba al mar dejaba la responsabilidad a un superviviente de que se hiciera cargo de su familia. Yo iba con un amigo de la infancia y decidimos que se lanzaría él. A cambio, le garanticé que me encargaría de mi familia y de la suya”.

Hoy Sadio Keita vive en Madrid, en el hogar del sacerdote Jorge de Dompablo, junto con otra decena de migrantes. “Cuando no tenía nada, me dijo: ‘Lo bueno de ser cristiano es la libertad. Tú eres musulmán y te acojo tal cual. Todo lo que necesitas lo vas a tener. Mi casa es tuya’. Hoy tengo un padre que se llama Jorge”. El auditorio rompió en aplausos y lágrimas.

Sadio compartía mesa redonda con Arman Abujeyed –mesa moderada por Tusta Aguilar, responsable del Área de Formación de la Delegación Diocesana de Migraciones de la Archidiócesis de Madrid–, quien, desde su Bangladesh natal, atravesó once fronteras hasta que llegó a España. “Nadie nace con papeles. Todos somos extranjeros, todos somos iguales”, espetó en ante los presentes, y de nuevo aplausos.

Presencia del cardenal Osoro

Fue el momento más emotivo y celebrado del día. África resuena en el colegio mayor Mara, de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, el 9 de mayo en Madrid. Bajo el lema ‘»No olvidéis la hospitalidad”. Retos y respuestas pastorales a las migraciones’, las IV Conversaciones PPC dieron voz a los migrantes y a quienes se dejan la piel por ellos. El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, con su presencia durante todo el día, respaldó este encuentro promovido por la editorial PPC y por el Instituto Superior de Pastoral de Madrid (Universidad Pontificia de Salamanca).

“Los hombres ponemos muros y hacemos descartes que nada tienen que ver con la adhesión a Jesucristo”, había clamado el cardenal Osoro en el acto de apertura. El fenómeno migratorio es una “cuestión vital para la vida de la Iglesia para una Europa que se cierra, que es vieja y no quiere hacerse joven, incapaz de buscar salidas creativas y válidas”.

“Nos estamos jugando nuestra opción evangélica”, suscribió el director del ISP, Antonio Ávila. El presidente de PPC-SM, Luis Fernando Crespo, planteó que la cuestión es “un aldabonazo a nuestras conciencias”. “¿Dónde está nuestra hospitalidad?”, se preguntó. “Si hay algo central en el magisterio del Papa son los migrantes. No existe una encíclica dedicada a ellos, pero desde el inicio de su Pontificado ha dado respuesta a esta realidad acuciante”, explicó el director de PPC España, Pedro Miguel García Fraile.

Retrato sociológico

En la primera ponencia del día, el sociólogo Juan Iglesias Martínez, director de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de Refugiados de la Universidad Pontificia Comillas, tiró por tierra los mitos que se asocian a los migrantes como causantes de la precariedad laboral o de la informalidad del empleo. “Que no nos engañen, estos rasgos son propios de nuestro sistema económico”, añadió, y destacó que lamentablemente los migrantes son “la vanguardia del precariado, el último escalón”.

Con investigaciones sociológicas en la mano, defendió que hoy en España se da una integración social real de los migrantes, “con un sentimiento de aceptación altísimo, a pesar del discurso de VOX”. “La inmigración no es ‘los otros’, sino ‘nosotros’”, remarcó, toda vez que reclamó reactivas las políticas de cohesión social, “las más castigada porque se quedaron a cero euros en 2012 y no he visto ninguna protesta en la calle”.

«Leyes injustas»

José Luis Segovia, ‘Josito’, vicario de Desarrollo Humano Integral y la Innovación de la Archidiócesis de Madrid, denunció que la actual legislación de extranjería “tiene una tacha de inmoralidad muy alta y está dirigida intrínsecamente a la expulsión de la persona. Es un derecho sin corazón y un derecho sin corazón no es un derecho”.

En esta línea, alertó de que el deber de hospitalidad “hoy se ve seriamente dañado”, hasta tal punto que se criminaliza tanto al migrante como a aquellos que les ayudan. Por eso, consideró que “si estamos de su lado, nos tenemos que posicionar ante estas leyes injustas”. Y explicitó que “la Iglesia nunca ha defendido en sentido estricto un libre flujo, sino desplazamientos seguros, responsables, ordenados y con garantías. En absoluto la anarquía total”.

A pie de calle

Por la tarde, después de la mesa redonda de Sadio y Arman, la religiosa Pepa Torres, apostólica del Corazón de Jesús, y Patuca Fernández, abogada de la Fundación La Merced Migraciones, protagonizaron un diálogo compartido en el que invitaron a que los cristianos “forcemos para que se haga algo más por los derechos de los migrantes”. “No basta con dar clase de español, si permitimos las devoluciones en caliente o que sigan abiertos los CIE”, sugirió la religiosa, comprometida en el madrileño barrio de Lavapiés. “Tenemos que transversalizar las luchas”, expuso Fernández, convencida de que “la salvación de esta Europa decadente que se mueve en una niebla moral, vendrá del Sur”. “La encarnación de Dios es verdad hoy y toma el cuerpo de un migrante y un refugiado”, concluyeron ambas.

El drama en Venezuela

Buen amigo de PPC y del ISP, de camino a Roma paró el cardenal venezolano Baltazar Porras en Madrid, y se acercó durante un rato a las IV Conversaciones PPC. Desde allí lanzó un SOS sobre la situación en Venezuela: “Estamos viviendo un momento inédito, después de veinte años de dominación de un régimen que en Europa se quieren presentar como un Gobierno de izquierdas. Pero en realidad tanto Chávez como Maduro han sido y son un Gobierno de facinerosos”.

Micrófono en mano y desde el patio de butacas, el arzobispo de Mérida y administrador apostólico de Caracas se mostró convencido de que “la institución que más ha dado la cara por el pueblo ha sido la Iglesia”. Además, dijo sentirse identificado con el tema de las IV Conversaciones PPC: “Para nosotros, la cuestión de migraciones es inédita. Siempre hemos sido receptores, ahora somos emigrantes”, detalló sobre los más de cuatro millones de venezolanos que han huido hacia Colombia, Perú, Chile o España. “Hay jóvenes que están saliendo a la desesperada con lo puesto”, lamentó, consciente de las heridas que también se generan en aquellos que se quedan: “Quedamos huérfanos de afectos, lo que ha generado depresiones, suicidios…”.

[Fuente: IV Conversaciones PPC ]

Escribe tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.