Jornada Mundial de Oración y Reflexión Contra la Trata 2022. Exposición de fotografía PUNTO Y SEGUIMOS. LA VIDA PUEDE MÁS.

A propósito de «PUNTO Y SEGUIMOS. LA VIDA PUEDE MÁS”

A propósito de «PUNTO Y SEGUIMOS. LA VIDA PUEDE MÁS”
– Artículo de Ana Almarza Cuadrado –

Sobre el contenido de la Exposición Fotográfica contra la Trata de Personas «PUNTO Y SEGUIMOS. LA VIDA PUEDE MÁS”, puede verse esta parte de la última Jornada de Oración Contra la Trata.

Ana Almarza Cuadrado es Coordinadora de la Comisión Contra la Trata de nuestra Diócesis de Madrid y Coordinadora de la zona de Madrid en el Departamento de Trata de la Conferencia Episcopal Española.

Jornada Mundial de Oración y Reflexión Contra la Trata 2022. Exposición de fotografía PUNTO Y SEGUIMOS. LA VIDA PUEDE MÁS.Volver a ver la exposición me lleva, una vez más a “descalzarme, porque el lugar que piso es lugar sagrado”. Estamos ante la vida de hombres y mujeres que han sufrido la trata. Víctimas que han sido captadas y/o trasladadas de un lugar a otro, recibidas y alojadas, por medio de engaño, violencia, amenazas, rapto, abuso u otras formas de coacción, con el objetivo de explotarlas en la prostitución, pornografía, explotación sexual, la agricultura, el servicio doméstico, la mendicidad o cualquier otro sector.

Como adoratriz he tenido el privilegio de vivir más de 20 años con mujeres que han sido víctimas de trata. Muchos días compartiendo 24 horas con mujeres migrantes a las que se les ha arrebatado su libertad, su autonomía y sus derechos para convertirlas en objeto de comercio en nuestro país, y hacer de su explotación y dolor un negocio que proporciona ingentes cantidades de dinero a quienes las extorsionan de forma agresiva. Muchos encuentros en profundidad y confianza en el que las mujeres han compartido sus historias, sus dolores, sus esperanzas. He sido testigo de mucho dolor, rabia, de muchas noches de pesadillas, miedos, angustias… He disfrutado mucho, cuando después de unos días, las mujeres cogen la vida en sus manos y dicen con estas u otras palabras: “PUNTO”, “¡se acabó, se terminó quedarme en el dolor, quedarme en el enfado, la rabia, en la culpa, en el odio y la angustia”. “Y”… “SEGUIMOS”, “tengo una vida con muchas oportunidades, quiero retomar mis objetivos, quiero aprender de lo que me ha pasado, cuento con vuestra ayuda, aquí no se acaba mi vida”. “LA VIDA PUEDE MÁS”, “tengo mucha vida, muchos años por delante, tengo confianza en Dios, sé que Él me va a ayudar, tengo mucha fuerza interior. Yo puedo, soy capaz”.

Volver a ver la exposición, pararme en cada una de las 41 imágenes, reconociendo, en algunas, a las mujeres, el momento y el significado que querían transmitir… Escuchar su voz, leer el mensaje que nos han querido dejar…  Saber cómo están hoy, después de años de recuperación, seguir en contacto con ellas finalizado el proceso en el proyecto… Creer en la fuerza interior de cada una de ellas, su resiliencia, creer en la Resurrección… Ver la exposición me lleva hoy a dar gracias a cada una de las mujeres por su testimonio de vida, -he llamado a alguna-. ¡Qué alegría! ¡Cuánto cariño! ¡Qué bien están! La exposición, un motivo más para dar gracias a Dios por su Vida en la vida de las mujeres, “He venido a que tengan vida, y la tengan en abundancia”. Dar gracias por la experiencia de trabajo en red como Iglesia comprometida, Iglesia en comunión, en salida, Iglesia en las periferias… Delante de la exposición quiero dar gracias a Dios por ponerse en el centro de mi vida, gracias porque los cambios más grandes de mi vida han venido en el compartir la vida con mujeres, he acompañado personal y comunitariamente muchos procesos de liberación y, las mujeres han acompañado mi proceso de liberación con su testimonio, con su fuerza, cariño y confianza.

Que la exposición sea ITINERANTE tiene todo su sentido porque a quienes han sufrido la trata las han llevado de un lugar a otro, de ir de aquí para allá, no saber, en muchos casos, dónde están, país, ciudad… Itinerante para que llegue a mucha más gente, porque la Trata es un problema mundial, global. No existe ningún lugar en el mundo libre de este crimen, más de 140 países que representan un 94% de la población mundial están afectados por la Trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino.

Que la exposición sea de FOTOGRAFÍAS nos pone delante personas concretas, con nombre, con historia, con sueños, con familias… La exposición es una pequeñísima muestra, ya que la Trata es un delito grave que vulnera todos los Derechos Humanos. Según las estadísticas, cada año hay 2,5 millones de víctimas en el mundo, identificando sólo a 1 de cada 20 personas. Fernando Mármol ha sabido poner el foco de su cámara, y con su gran sensibilidad captar los sentimientos de las víctimas y supervivientes.

Hasta, el día 27 de febrero, en O_LUMEN, tenemos la oportunidad de ver la exposición, de recorrer los tres bloques en los que está planteada: acercarnos con sumo respeto al DRAMA que han vivido las personas que han caído en redes de trata, pararnos delante de cada fotografía, y dejarnos tocar el corazón, sentir que han sido vulnerados todos sus derechos, que sus vidas han sido vendidas y manipuladas por gente sin escrúpulos. Pasar por las fotografías que nos hablan de la INDIFERENCIA, de nuestra capacidad para mirar hacia otro lado, en palabras del Papa Francisco vivir “en la globalización de la indiferencia”, “no podemos seguir anestesiados ante el dolor ajeno”… Y, dar un paso más, con valentía, y descubrir, y encontrarnos con personas de ESPERANZA, resilientes, fuertes, esperanzadas con una vida libre de la explotación. Escuchar como nos dicen: “Con nuestras manos… podemos hacer realidad nuestros sueños”, “puedo ser lo que deseo”, “qué importante es ser libre, ser respetada y sentirse querida”.

“Punto y seguimos. La vida puede más.”

La exposición está organizada por la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana desde el Departamento de Trata de Personas, y auspiciada por dicha Subcomisión y la Comisión Diocesana Contra la Trata, de la Vicaría para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación de la Diócesis de Madrid.

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