LA CARIDAD POLÍTICA, COMPROMISO DE NUESTRA FE. Montse Escribano.

LA CARIDAD POLÍTICA, COMPROMISO DE NUESTRA FE

LA CARIDAD POLÍTICA, COMPROMISO DE NUESTRA FE
– Montse Escribano –

[Vídeo y texto tomado de Cáritas diocesana de Valencia, 12.2.21]

Luz y orientación, dice Pepe Real al presentar esta formación, impartida por Montse Escribano para entender lo que es la caridad política, dos palabras que parecen alejadas y distintas entre sí pero que están llamadas a estar unidas si es que soñamos con una sociedad más justa, solidaria y sostenible.

Montse Escribano, doctora en filosofía y licenciada en teología, profunda creyente y teóloga comprometida, plantea la caridad política como un término bastante desconocido y desconcertante.

La caridad, empieza explicando, define lo que es Dios mismo y en la política encontramos todo un mundo de descrédito que la acompaña.

¿Casan bien, pues, los términos caridad y política?

Ha sido Francisco, especialmente en su última encíclica Fratelli tutti, quien ha vuelto a poner, dentro de la Iglesia, la atención sobre el término, que también aparece en el Modelo de Acción Social de Cáritas.

El término “caridad política” nos va a ayudar, en un mundo que está en continua transformación, a saber hacia dónde queremos que se mueva, cuáles son nuestros deseos más profundos y esto nos cuadra con lo que llamamos bien común.

Afirma Montse que no es posible que transformemos la realidad en la que vivimos si no nos atrevemos a soñarla y los cristianos y cristianas no solo somos soñadores, somos también personas de oración, por lo que si este término lo vamos dialogando, veremos que no es otra cosa que servicio al prójimo. Servicio al prójimo a través de instituciones y medios públicos que necesitamos para sostener la vida de las personas, especialmente, las que están en situación de mayor debilidad.

Lo que llamamos servicio, desde la mirada del evangelio, es hacer presencia de la misma vida de Jesús. Tenemos que cambiar las estructuras en las que vivimos, crear otros espacios, nuevos proyectos, buscar recursos, porque no basta la buena voluntad, hay que acompañarla de modos de obrar. Pone como ejemplo lo que hacemos en Cáritas, viendo primero las necesidades, después cómo podríamos atenderlas, cómo hacerlo de la manera más profesional posible y cómo sostener los proyectos que se emprenden. Todo tiene una incidencia política y una forma de transformar el mundo y eso es caridad política. Apunta la opinión de Francisco: «La política es la más alta expresión de la caridad».

Nos ofrece Montse la imagen del hombre del evangelio, malherido en medio del camino, la del samaritano que se conmueve al verle, se acerca y le ayuda, la de quienes pasan de largo sin socorrerle, la de quien hace la pregunta al Maestro para ponerle a prueba y saca paralelismos con la dimensión personal y pública en que vivimos.

En nuestro mundo, muchas veces de éxito, de superioridad, de imposición, de gritos y crispación, los cristianos tenemos capacidades y herramientas que nos aporta el evangelio, que crean todo un mundo de posibilidades. Nada se puede dar por acabado, por muerto, sea persona o proyecto. Siempre hay un resquicio de luz.

Propone abordar el informe FOESSA para formarnos e indagar sobre la caridad política, también la revista Crónica de la Solidaridad y, por supuesto, la encíclica Fratelli tutti.

Nos hace imaginar un recorrido, que Dios nos invita a hacer, por lugares que nos hablan de vida, de personas; de quienes se quedan en los caminos; de quienes, en Cáritas, hacen cosas, como entregar una tarjeta de débito que convierte en ciudadano político a quien la recibe, que reconoce su dignidad; de proyectos, como Manantial, que se ocupan de las familias, que crean espacios para el juego, para el aprendizaje y se preocupan por el futuro de los menores de edad para que tengan espacios de plena ciudadanía; de una muchacha de Jere Jere, obligada a ejercer la prostitución, como tantas otras, y encontrada en una acequia, asesinada por el sistema de trata que la explotaba. Ejemplo este que nos mueve a ejercer la denuncia porque hay un sistema económico que lo potencia.

Con este recorrido nos muestra la dimensión tan amplia que tiene la actividad que realizamos dentro de nuestras Cáritas y esto es amor político que nos llama a una transformación de la realidad que vivimos.

Nos recuerda que Francisco dice que no estamos buscando éxitos, estamos abriendo procesos, analizando las causas por las que una persona está en situación de riesgo, de exclusión, para ahondar y encontrar qué podemos hacer para cambiarlo. Tenemos que reequilibrar y reorientar la globalidad para evitar todos sus efectos. Y debemos hacerlo de una manera conjunta. Es necesaria una conversión profunda.

Hoy tenemos que aprender a hacer el bien “en modo pandémico”, es decir, mucho más amplio y a la vez mucho más próximo. La projimidad es lo que nos va a salvar.

Francisco es muy claro cuando dice que el sistema en el que estamos viviendo mata, que no está permitiendo que la vida siga adelante… por eso vamos con mascarillas y tenemos las cifras terribles de la pandemia.

Para finalizar, Montse se pregunta si la normalidad que pretendemos, cuando todo esto de la pandemia acabe, es la misma que teníamos antes o si tenemos capacidad, dentro del Evangelio, para hacerla nueva. Tenemos por delante un camino que se abre a muchas posibilidades reavivando la mirada crítica.

Propone, por último, con el papa, practicar una revolución política del amor y una esperanza que sea transformadora porque seguimos a alguien que nos habló de que esta vida solamente es vida si es vida resucitada. Es Dios quien sostiene nuestra vida.
LA CARIDAD POLÍTICA, COMPROMISO DE NUESTRA FE. Montse Escribano.

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